Sacretos, Vínculos y Contratransferencia, Formato Congreso, 2010

EJE TEMATICO:
CONTRATRANSFERENCIA: 03.01.04
SECRETO: 07.01.01
VINCULO: 07.01.04

Myriam Alarcón de Soler myriam.alarconj@gmail.com
Psicóloga, Miembro Titular y Corresponsal de la AAPPG. Directora del Grupo de Profundización en Terapias vinculares.

Maggui Gutiérrez de Salamanca maosagu@hotmai.com

Psicóloga, Formación Psicoanalítica. Master en Psicología Comunitaria. Profesora de la Universidad Javeriana. Miembro del Grupo de Estudio y Profundización en Terapias Vinculares.

Ligia Gallego de Posada ligiag27@yahoo.com

Psicoterapeuta. Formación en Psicoterapias Vinculares. Miembro del Grupo de Estudio y Profundización en Terapias Vinculares.

GRUPO DE ESTUDIOS Y PROFUNDIZACION DEN TERAPIAS VINCULARES

BOGOTA COLOMBIA

Agradecemos los aportes y comentarios de los miembros del Grupo de Profundización en Terapias Vinculares: Ricardo Aponte, Margarita Berdugo, Ligia del Toro, Danilo Diazgranados, Maria Elvira Izquierdo, Carolina Lozano, Elsa Mantilla, Marta Sarmiento, Carolina Tejada, Carmen Elisa Torres.

SECRETOS, VINCULOS Y CONTRATRANSFERENCIA

EJES TEMATICOS: CONTRATRANSFERENCIA: 03.01.04-SECRETO: 07.01.01 – VINCULO: 07.01.04

“Todos los secretos están guardados en un mismo cajón, el cajón de los secretos, y si develas uno, corres el riesgo de que pase lo mismo con los demás.” Laura Restrepo, Delirio, 2004.

EL TERAPEUTA Y LOS SECRETOS

Secretos, ocultamiento, desmentida, son temáticas que confrontan al analista vincular con dificultades teóricas, clínicas, éticas y contratransferenciales. La curiosidad suscitada en la clínica por los secretos ha de dar paso a un análisis profundo acerca de la dinámica inconsciente vincular con la cual se relacionan. El secreto es un síntoma de una producción vincular. Está sostenido por una dinámica inconsciente que hace difícil o imposible su develación. Con frecuencia los secretos, constituyen obstáculo en la complejización vincular. En algunos casos, esta dinámica da lugar a diversas manifestaciones psicopatológicas, que hablan del sufrimiento vincular que esta dinámica genera.

En el trabajo terapéutico vincular, la temática del secreto presenta diferentes modalidades que podríamos resumir como la dificultad o la prohibición de hablar de algo con otros miembros del vínculo, y a veces con el mismo terapeuta. Generalmente está rodeado de misterio que suscita la curiosidad y/o la dificultad para pensar así como diversas reacciones contratransferenciales y plantea interrogantes de tipo ético, clínico y técnico.

La clínica

Viene una familia compuesta por 5 miembros: la madre, Catalina, de 40 años, el padre, Alvaro, de 41, dos hijos de Catalina (viuda de un primer matrimonio con Enrique), Magdalena de 15 y Enrique de 14 (Quique) y un hijo de la pareja, Alvarito, de 6. Se le solicita a la familia, como es usua , que cuenten el motivo de consulta, y luego se hace un recuento de la historia de la familia. Consultan por Quique, quien ha estado hace algún tiempo en tratamiento individual, quien es rebelde, presentaba tics, tiene una relación muy tirante con Catalina, es mal estudiante y en general “todo lo hace mal”. La madre se muestra muy irritada cuando habla de Quique, y cuando se molesta con el lo llama Enrique. Cuentan que el padre murió hace 13 años, en un accidente, que Catalina y Alvaro se casaron al poco tiempo, se fueron a especializar al exterior, y posteriormente nació Alvarito, de quien todos parecen muy pendientes y le celebran todo lo que hace. Es como “el payasito” de la familia.

Al terminar la entrevista, que parecía haber transcurrido normalmente, la terapeuta los acompaña hasta la puerta, y Catalina se queda y le dice muy angustiada:”Mire, todo lo que le dije es mentira. Yo no puedo hablar de Enrique delante de los niños, él se accidentó cuando iba con la amante, y este secreto jamás se lo podré decir a mis hijos”.

La dinámica inconsciente de esta familia queda condensada en la última frase de la madre. Producción vincular que propone “mentira”, como opuesto a “verdad”, y “secreto”, como prohibición a hablar de las condiciones de la muerte del padre. Estas propuestas cerradas intentan obturan la posibilidad de abordar la compleja trama que atraviesa esta familia. Acontecimientos pasados que se hacen presentes en la sintomatología actual. El duelo por el marido y padre muerto, las dificultades del hijo, el lugar del actual marido de la madre, la dinámica como familia ampliada, son aspectos que propondrían líneas pertinentes de análisis. Sin embargo, el impacto contratransferencial del terapeuta ante la afirmación de la madre, podría dejarlo en un lugar imposible: si es un secreto, de eso no se habla. Si es una mentira, que “hacer con ella”. Si la madre consulta y al mismo tiempo acalla, ¿qué espera del espacio terapéutico? En el sufrimiento familiar subyace la necesidad de abordar algo nuevo, pero no saben cómo.

ALGUNOS INTERROGANTES

1) ¿Qué entendemos como secreto?

2) ¿Qué podemos decir del secreto como producción vincular? ¿Cual es su función?

3) ¿Cuál es la relación entre el secreto y el poder?

4) ¿Qué podemos decir del impacto contratransferencial que los secretos producen en el terapeuta vincular?

EL SECRETO COMO PRODUCCION VINCULAR

Secreto es algo que se oculta concientemente

En esta comunicación entendemos por secreto a la intención consciente de callar algo.

Diferenciamos lo privado de lo secreto

Lo privado es lo que es propio de un vínculo, pero que no necesariamente es secreto. Los distintos espacios vinculares tienen un espacio de intimidad que les es propio. Para cada ser humano y para cada vínculo hay aspectos incompartibles con otros. Cuando lo que es privado se vuelve público se producen situaciones de malestar o de vergüenza.

El secreto como producción vincular: su función consciente e inconsciente

“Los secretos hacen referencia a situaciones en las cuales un conocimiento pertinente a un vínculo deja de circular por la censura o la prohibición impuesta por uno o alguno de sus miembros.” (Alarcón, M, 2007, 135).

El secreto es una producción vincular en la cual un miembro de un vínculo queda excluido por otro de un saber que le pertenece. El contenido del secreto se refiere en general a situaciones relativas a la enfermedad, la sexualidad y/o la muerte. Los secretos más tóxicos se refieren a transgresiones de la prohibición del incesto o a situaciones de extrema violencia, que pueden llegar a silenciarse por generaciones.

La función consciente del secreto se podría resumir como el intento de evitar daño, castigo, incomprensión, la vergüenza propia o ajena, el repudio y/o pérdida de la pertenencia a un grupo sea familiar o social. La función inconsciente del secreto remite a evitar el dolor psíquico inherente a develar actos que conllevan la ruptura de ideales personales, familiares o grupales, y que podrían acarrear la afectación o la pérdida de la pertenencia a nivel familiar, social o grupal.

La función consciente está sostenida por un acuerdo inconsciente, que consiste en que un polo del vínculo oculta algo a otro polo del vínculo que aparece como el que ignora un saber que le pertenece, pero que inconscientemente intuye. Si bien el contenido se desconoce, no así el malestar que este ocultamiento acarrea.

Diferenciamos contenido del secreto del sustrato inconsciente vincular que lleva a instaurar el secreto como una prohibición de hablar o de pensar este contenido. Si bien el contenido puede haber sido silenciado u ocultado, generalmente es presentido o sabido inconscientemente por los miembros del vínculo puesto que el efecto producido por estas situaciones atraviesa el inconsciente familiar. La censura resulta tóxica puesto que a nivel inconsciente se tiene un registro de lo no sabido conscientemente. Según Losso (1997) los contenidos se tornan no decibles, y en otra generación, no pensables.

Desde la perspectiva de la dinámica inconsciente vincular, podemos decir entonces que el secreto es un síntoma de la dificultad de construir entre los miembros de un vínculo un sentido a un acontecimiento que los implica. El secreto como prohibición, ocultamiento o censura se propone como una defensa frente a la herida narcisista que implicaría su develamiento. Se conforma así una modalidad vincular, caracterizada por la exclusión de unos, los que “saben”, de aquellos que “no saben”. El grupo queda así escindido en una organización dualista y opuesta. Esa modalidad vincular puede llevar a la producción de diversas alteraciones en el funcionamiento familiar, en forma de síntomas diversos, actings, etc., tanto a nivel individual como grupal.

Secreto y poder

Los secretos pueden usarse como elemento de poder, sostenido en el ocultamiento de un saber. Siguiendo a Berenstein, (2004) entendemos poder como una fuerza en el hacer con otro, la cual puede ser usada constructiva o negativamente. En el poder como verbo, el hacer es constructivo, en el poder como sustantivo el hacer con el otro es desubjetivante. El poder -en su acepción más negativa- puede ser usado como fuerza ejercida sobre otro miembro del vínculo, para someter, dominar, y/o humillar a otro, que queda en el lugar del impotente, ignorante, excluído, humillado. En su forma constructiva, podría constituirse en un elemento catalizador que permita develar el secreto y ayudar a tramitar los efectos que su revelación tendrían para este individuo o grupo.[i]

Develación del secreto

Entendemos por develación la explicitación del contenido del secreto. La develación de los

secretos tiene diversos efectos en la dinámica vincular. La pregunta acerca de la pertinencia de su develación no tiene una respuesta única, puesto que a veces tiene efectos catastróficos, como la muerte o la locura, o por lo contrario generar alivio. Por ejemplo, en la obra de Ibsen, “El Pato Salvaje”, uno de los personajes se suicida cuando se devela el secreto de su origen que conlleva una desestructuración del grupo familiar. Otras veces la develación permite hablar de aquello que hasta entonces ha sido censurado, o pensar aquello que antes no pudo ser pensado, aunque sí presentido o desmentido. En estos casos la develación genera alivio y con frecuencia el contenido deja de tener importancia.

A veces se develan secretos con un timing muy poco propicio. Esta develación puede surgir como resultado de situaciones de crisis de las familias, en las que la presión puede llevar a “revelar lo callado”; otras veces se develan en “aras de la verdad”. Estas revelaciones abruptas, tipo “acting”, pueden ocasionar rupturas o situaciones irreparables.

Tanto guardar el secreto como develarlo pueden ser violentos. En aras de “compartir” con el otro una zona de intimidad, se introduce al otro en una zona que debería permanecer privada. La pertinencia de develar un secreto conlleva la pregunta acerca de si ese saber es de la pertenencia de ese miembro del vínculo y en consecuencia puede circular entre el vínculo para construir un sentido que supere las heridas narcisistas e instale entre los miembros del vínculo un nuevo reconocimiento y pertenencia vincular, a pesar del dolor que conlleve su revelación.

El análisis de las necesidades inconscientes que llevan a encubrir o a develar lo que hasta ahora ha permanecido oculto puede llevar a encontrar salidas en la encrucijada, siempre compleja, del quehacer clínico.

El SECRETO Y LA CONTRATRANSFERENCIA

La temática del secreto puede generar en el analista diversas reacciones contratransferenciales que van desde la sensación de entrampamiento entre “denunciar” o “callar” el secreto, al quedar incluido en el polo de la organización dualista de los que saben, hasta la curiosidad exacerbada y voyeurista de los que no saben. Desde la transferencia el terapeuta puede aparecer como el que abre la caja de Pandora cuyos males quedarán esparcidos por toda la tierra o como el Cancerbero que ha de cuidar el acceso al secreto. Se constituye al decir de Anzieu (l975), una transferencia paradojal, que propone una sin salida, un verdadero desafío clínico para el analista.

Secreto, infidelidad y contratransferencia

Una de las situaciones clínicas que con frecuencia enfrenta el terapeuta vincular se relaciona con situaciones de infidelidad en la pareja.

La fidelidad, temática del caso clínico mencionado al principio, propone a la pareja una paradoja entre el deseo siempre insaciable, y la necesidad de pertenecer y ser únicos. La infidelidad surge en la pareja como un intento de resolverla. El intento de evitar el dolor psíquico que supondría su reconocimiento puede generar múltiples mecanismos, desde la mentira hasta la franca desmentida.

Desde la contratransferencia, el analista puede percibir en la pareja un malestar sin nombre que surge del “saber” de uno sobre el quehacer del otro, que sin embargo no puede reconocer. Convocado como juez, o como depositario de un secreto que la pareja trata de ignorar, el destino del analista puede tornarse en el de los mensajeros de la antigüedad: inmolado, por lo menos en su función analítica, por permitir el acceso a aquello que está propuesto para ser callado. Así es incluido en ese triángulo imposible del que mira sin poder hablar; si calla parecería cómplice, si habla denuncia, escenificación de la trama inconsciente del vínculo. Otras veces puede ocupar el lugar de tercero en la trama inconsciente propia de la infidelidad, generando celos o alianzas.

La función del analista es acompañar a la pareja en un proceso de conocimiento, una búsqueda de significados conjuntos donde se genera un espacio de escucha compartida. No se trata de develar lo intuido, sino más bien de analizar la dinámica del acuerdo inconsciente que sostiene una relación en la cual el uno aparece como quien es “fiel y sufre” y otro quien es “infiel y goza”, de uno que “sabe” y de otro que “ignora”: dinámica vincular que podrá en el mejor de los casos ser analizada para promover un crecimiento vincular.

LOS SECRETOS Y LA FUNCIÓN DEL ANALISTA

La función del analista será facilitar un escenario donde se analicen las motivaciones inconscientes que llevaron a estructurar el secreto y a sostenerlo, la función defensiva que ha tenido y sus manifestaciones en el vínculo, el juego de poder implícito en el secreto que genera y sostiene relaciones asimétricas, las ansiedades que suscita develarlo o mantenerlo y las consecuencias de su revelación, la cual debe obedecer, en el mejor de los casos, a un tiempo psicológico y a un contexto apropiado.

Las motivaciones inconscientes del secreto están relacionadas con el mantenimiento de los ideales y mitos familiares. Se oculta, se desmiente en un intento de escapar a las ansiedades catastróficas que genera el descubrimiento de la transgresión de ciertos ideales, mitos, o normas sociales. El supuesto que desconocer es no saber, o continuar como si lo secreto no existiera, lleva a la familia a mantener un equilibrio precario, que dificulta la complejización vincular.

El secreto se devela cuando las ansiedades que lo llevan a constituirse pueden ser elaboradas e implica la renuncia al poder que supuestamente otorga este conocimiento. Se observa que una vez que el secreto se ha hecho explícito, la fuerza que se adscribía al contenido se desvanece: “lo secreto” deja de serlo y simplemente “cae” de tal manera que un secreto puede ser válido en un tiempo preciso, y con el paso del tiempo pierde vigencia.

Indagar acerca de la herida narcisista que supondría la develación del secreto, permite a los pacientes pensar no acerca de: “cómo decirlo”, “qué decir” o “cuando decir”, sino que es lo que se no de puede decir, contar o pensar. Este análisis permitirá en el mejor de los casos encontrar una salida más constructiva: explicitar lo secreto, hacer una nueva inscripción, o guardarlo como expresión de un espacio de intimidad vincular que ha de ser preservado.

BIBLIOGRAFÍA

Anzieu, D. “La transferencia paradójica: de la comunicación paradójica a la reacción terapéutica negativa” Traducción de la Nouvelle Revue de Psychanalyse 1975 No. 12. AAPPG

Alarcón, M. “Secretos Familiares y sus marcas en la subjetividad”.Rev. AAPPG,1,XXX, 2007.

Alarcón, M.,Gallego, L. y Tejada, C. “Secretos, trama vincular y vínculos fraternos” Noviembre 2000. (Sin publicar)

Alarcón, M., Gallego, L. y Gutierrez, M., Tejada, C. Secretos Familiares, desafío clínico. Segundo Congreso del Psicoanálisis de Pareja y Familia. Buenos Aires, Mayo de 2001.

Berenstein, I. “El sujeto y el otro”, Paidos, Buenos Aires, 2001

Carrel, A. “Lo íntimo, lo privado y lo público” Rev. AAPPG. Tomo XVI 1993.

Green, A. Narcisismo de Vida, Narcisismo de Muerte. Amorrortu Editores, l993.

Kaes, R. El pacto denegativo en los conjuntos trans-subjetivos. Misserand, A., et. al. Lo Negativo. Figuras y Modalidades. Amorrortu, l991.

Losso, R. et.al. “Modalidades de Procesamiento de los Duelos a lo largo de Generaciones”.l997.

Puget, J. y Wender “La vida secreta de los secretos”. Rev. AAPPG, XVI, l993.

Puget, J. “El Analista y las Vicisitudes de la Monogamia”. Rev. AAPPG, XIX, l996

 

[i] El poder como verbo esta presente en el vínculo como un accionar con otro y entre otros, implica un saber hacer que no suprime al otro; en tanto que como sustantivo, su exceso desubjetiva al otro, cambia su cualidad vinculante, anula la posibilidad de una construcción conjunta. En relación con los secretos, el poder, como exceso puede ser usado como fuerza ejercida sobre otro miembro del vínculo, para someter, dominar, y/o humillar a otro, que queda en el lugar del impotente, ignorante, excluido., o puede ser aplicado en nombre del supuesto bien del otro, o del propio. Puede verse como violencia en donde solo hay uno que aplica su propio y único criterio, al estar el otro excluido, no hay dos para construir entre ellos algo que les compete a los dos En su forma constructiva vinculante, podría constituirse en un elemento catalizador que permita develar el secreto y ayudar a tramitar los efectos de su revelación.

 

 

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