Terapia Familiar
Cuándo consultar
Cuando la familia atraviesa periodos difíciles, sus miembros se sienten tristes o infelices, hay peleas frecuentes, violencia verbal o física y en general cuando los patrones de interacción y de comunicación se han vuelto destructivos para todos o para alguno de sus miembros.
Cuando uno de los hijos, pequeños o adolescentes, presenta síntomas que pueden estar relacionados con la interacción del grupo familiar.
Cuando la adolescencia de los hijos presenta a la familia situaciones de difíciles manejo, respecto a las normas, la privacidad, la sexualidad, el consumo de sustancias, el manejo de las redes sociales, etc.
Cuando hay duelos de difícil elaboración que pueden generar consecuencias diversas.
Cuando las familias ampliadas tienen dificultades relacionadas con la construcción de la nueva relación.
Cuando las familias que tienen empresas familiares, se ven invadidas por la problemática de la empresa, o el manejo de la empresa se complica por las dificultades entre los miembros de la familia.
Para qué una terapia familiar
Para establecer canales de comunicación adecuados. Para aprender a respetar las diferencias y encontrar vías de solución a las necesidades planteadas.
Para aprender a escuchar las necesidades o las dificultades de cada uno. Para evitar la violencia como manera de resolver los conflictos.
Para aclarar la jerarquía entre los padres y los hijos. Los padres como aquellos que proveen contención, amparo y guía para sus hijos. Los hijos para respetar y escuchar a sus padres y hacerse escuchar por ellos.
Para establecer límites claros entre la vida y privacidad de la pareja de padres y la de sus hijos. Es decir respetar los espacios de privacidad e intimidad de cada uno.
Para respetar las familias de origen de cada uno.
Para separar la familia de la empresa.
En familias ampliadas para construir una familia nueva con sus características y problemáticas específicas.
En fin, para reparar el daño causado por diversas agresiones.
Duración y tiempo
Se inicia con una entrevista conjunta y dos o tres más, antes de empezar un proceso que implica un compromiso mayor de asistencia. Es posible que el terapeuta requiera una entrevista con los padres o con los hijos, o con alguno de los miembros.
En estas entrevistas iniciales el terapeuta comunica a la familia su impresión acerca de lo que ocurre y la indicación terapéutica: una terapia de familia, de pareja, o terapia individual para alguno de ellos.
En general se aconseja una intensidad de una hora semanal. La duración es variable según el caso.